Mi nombre es Elena, aunque en redes me encontrarás como Galbrin, que es el nombre con el que empecé a firmar mis dibujos de pequeña. Soy de Salamanca y estudié aquí Bellas Artes. Decidí que quería ser tatuadora cuando tenía unos 13 o 14 años, aunque no fue hasta que terminé la carrera que decidí comenzar en este mundo.

Para entrar de aprendiz en un estudio pensé que era mejor tener algo que ofrecer al estudio, así que mi plan fue aprender primero a hacer piercing. Y así fue como entré a formar parte de Salamanca Classic Tattoo en 2018. Primero hice un curso de piercing que ofertaban, y nunca me fui.

Me ofrecieron trabajar en la recepción del estudio mientras me encargaba de hacer los piercing y tenía la oportunidad de ver a grandes tatuadores trabajar.

Practicaba en piel de cerdo y en piel sintética, y no fue hasta finales de 2019 y principios del 2020 que empecé a tatuar gente.

Mi estilo por lo general es en blanco y negro, aunque algunas veces pongo algún detalle de color. Suelo hacer realismo y blackwork, a veces cosas más ilustrativas, a veces una mezcla de todo.